Son perros juguetones, traviesos y extrovertidos.
Sin embargo, también se caracterizan por ser tozudos y que no ceden fácilmente.
Los westies son perros sociables, suelen llevarse bien con todo el mundo y si de pequeño lo educamos así, se llevará bien también con otros perros.
Si bien es cierto que no son perros de un sólo amo, pues hacen fiestas a todo el mundo; son perros fieles y que se hacen mimar como otro no consigue.
Debido a su pasado como cazador, el westie es rápido, intrépido y dinámico. De cachorro podremos observar como todo lo que tiene movimiento le llama la atención, y si no vamos con cuidado y tenemos un jardín, podemos encontrar que un día nos traiga un pajarito víctima de su caza.
Debido a su pasado como cazador, el westie es rápido, intrépido y dinámico. De cachorro podremos observar como todo lo que tiene movimiento le llama la atención, y si no vamos con cuidado y tenemos un jardín, podemos encontrar que un día nos traiga un pajarito víctima de su caza.
Spinky, mi westie con su juguete favorito
Son perros muy juguetones, mimosos y sociables. Cuando saben que hay fiesta en casa, son los primeros a apuntarse. Les gusta ser observados, hacen payasadas y por eso son conocidos. Son perros que pueden adoptar actitudes sorprendentes.
Como anécdota os puedo contar que mi westie, cuando sabe que se acerca la hora del paseo, se hace notar empezando a bostezar sonidos muy curiosos, poniéndose a dos patitas y acercándose hacia su correa; como diciendo “Sé que me estáis mirando y que está llegando la hora de mi paseo, sácame”.
Ya dedicaré algún post a la educación y adiestramiento del westie, aunque debo decir que en mi caso tengo el mío demasiado consentido (ahora mismo está aquí a mi lado durmiendo en el sofá ocupando la mitad de éste sin considración alguna, jeje).
Les encantan los mimos. Saben perfectamente cómo llamar la atención y hacer que alguien se dedique a mimarlo. Les vuelve locos que les acaricien la zona de la mandíbula y la barriga.
A pesar de ser dormilones, son perros dispuestos siempre a apuntarse a cualquier excursión. El mío cuando oye la palabra “Anem” (“Vamos” en catalán), es el primero en estar a punto detrás de la puerta.
Les encanta corretear libremente, jugar y que estén por ellos.
Son perros ideales para los niños; ya que son movidos y les encanta jugar. Soportaran fácilmente que el niño les tire de los pelos (lo digo por experiencia) y seguirán moviendo la cola sabiendo que lo hacen para jugar.
¡Ojo! Ha habido casos de westies que han mordido a los niños; y por eso sus amos los han dado en adopción. No debemos olvidar que son perros, y como tal tienen su arma de defensa en la boca. Debemos supervisar siempre el juego con el niño y educarlos A LOS DOS para saber qué se puede y qué no se debe hacer.
En resumen, son perros que se adaptan fácilmente a la convivencia con adultos, niños y otros animales (dedicaré un post a este tema).
Son divertidos, juguetones y enérgicos.
Tienen carácter y son tozudos, pero dulces y mimosos.
Presumidos y les gusta ser observados; son unos perros que sin duda, sorprenden cada día más a sus amos con sus peculiaridades.
